jueves, 31 de enero de 2008

EL ROCK-HEAVY, UN CÁNCER PARA LA SOCIEDAD

(PRESENCIA.PERU).- Hermanos, bien es cierto que hay cosas que el demonio ha creado para atrapar a jóvenes y mentes descerebradas, cosas que los apartan del camino de la Salvación. Sexo, drogas, TVy muy en especial la música. Quiero hablarles sobre un paupérrimo género musical, el "rock-heavy", música que corrompe el alma nada mas ser escuchada. Esa es la razón por la cual los "rockeros" son seres despreciables, seres que gozan de la suciedad y el hedonismo vital, engendros demoníacos sin educación alguna que apenas demuestran emoción alguna. Puede parecer que sean seres vivos, pero desde mi punto de vista, no son humanos. Tienen nuestra apariencia, pero el mal cubre sus almas. No son de los nuestros. Son escoria bastarda que no merece compasión alguna. Es esa manzana podrida que corrompe al resto de manzanas del cesto. Un cáncer a ser exterminado. Por eso, nuestra obligación inmediata es librar de nuestra sociedad civilizada a tales individuos por medio de la discriminación y la violencia. Pero tranquilos, usar el mal para combatir al mal es un servicio al bien, no es algo de lo que debamos arrepentirnos. No es pecado. ¿Acaso es malo matar a un asesino?... ¡Para nada! Mas bien es un servicio prestado a la Comunidad. Esos demonios con apariencia humana, con su carácter burlón e irreverente, están poniendo en peligro a las generaciones venideras, y la Iglesia Católica permanece impasible ante la situación. ¡Incluso sacerdotes católicos han grabado discos de "rock"! Debería caérseles la cara de vergüenza. Este es otro síntoma de que el Catolicismo está en pleno declive, mientras que nuestra impetuosa comunidad sigue en plena brecha. Por lo tanto solo hay una solución, apartarlos de nuestro camino con un manotazo inflexible, quemar todo aquello relacionado con el detestable "rock" (discos, camisetas, publicaciones, e incluso a
algún músico,...). El escarmiento es la única solución viable ante esta panda de majaderos comunistas y de satánicos pervertidos sexuales. Seguid mi palabra, y, unidos, conseguiremos cortar de raíz a tan devastadora y maligna enfermedad de nuestro planeta. Unidos, hermanos, todos contra el "rock".
MUSICOS DEL "ROCK-HEAVY; EJEMPLOS DE QUE EL ROCK ES MÚSICA PARA ANIMALES SALVAJES-
Si el seguidor del "rock-heavy" ya es de por sí un ser despreciable, más todavía lo son todo aquel que practique este género, sea cual sea su mensaje letrístico. Dice la Sagrada Biblia que Satanás conoce todos los caminos para tentar al humano. Así que, pese a que grupos de "rock" prediquen la palabra del Altísimo, como es el caso de los americanos Striper, no merecen ni credibilidad ni respeto alguno. E aquí una serie de hechos que inducen a pensar a todos aquellos que tenemos la razón en nuestro poder, que el "rock" es cosa oscura, demoníaca y peligrosa en exceso. El "rock" es una negación de la vida, así que debe ser prohibido y exterminado. Conjuntos de "rock como" Judas Priest (Sacerdote Judas, claro signo de irreverencia religiosa) extorsionaron por medios de llamadas telefónicas, cartas amenazas y visitas sorpresa a dos descuidados seguidores de este grupo americano, los cuales exigían a los dos jóvenes que se quitaran la vida. Los dos incautos muchachos, presionados por el grupo, se suicidaron con una pistola, un arma que había sido comprada por los propios componentes de esta banda y abandonada ante la casa de los dos suicidas. Otro grupo de "psicópatas" instrumentados son Kiss (Beso). Han hecho gala públicamente de su deplorable actitud satánica en infinidad de ocasiones. Lo que no saben sus descerebrados "fans" es que no son humanos. Aquello que el público cree que es maquillaje facial no es más que su piel real. Lo se por que llevo años investigando este tema, y viejos libros de la tradición judeo-cristiana describen a "demonios de cuero y de piel negra y blanca", tales a esta panda de degenerados. Por si fuera poco, su cantante, Gene Simón, tiene como afición entrar por la noche en orfanatos y violar a niñas y adolescentes, así como beber sangre humana cada vez que se levanta, mientras que otro miembro del grupo, Ace Stanley pasó cinco años en un reformatorio por haber matado a su abuela con un rifle cuando tenía dieciséis años. Peter Criss, otro miembro de los mal nacidos Kiss, tiene tres denuncias en EEUU por conducta violenta. ¿Semejante basura delincuente merece ser admirada? Merecen una muerte lenta y dolorosa por todo ese mal que han causado, por haber corrompido a
nuestra juventud. Pero si hay alguien que merece ser odiado más que ningún otro grupo son la pandilla de peligrosos desequilibrados mentales que se reúnen bajo las siglas W.A.S.P., que tiene dos significados, We Are Sexual Perverts Somos pervertidos sexuales) y We Are Satan´s Prayers Somos oradores de Satán). Cantan canciones con títulos tan explícitos como Fuck Like a Beast Fornica como una bestia) o The Headless children los niños decapitados). W.A.S.P. es el demonio en esencia pura. A estas canciones tontas y groseras hay que añadir su deplorable actitud así como sus conciertos, al cual solo deben acudir animales lobotomizados y rameras heroinómanas, conciertos en los cuales el grupo lanza carne putrefacta al público, así como gusanos, preservativos rellenos de heces humanas,... y por si fuera poco, su líder, ese sinvergüenza llamado Blackie Lawles, tiene la desfachatez de sodomizar a un maniquí vestido de monja. Pero este grupo es peor de cometer actos aún peores. Aquellos lectores que sean demasiado jóvenes, por favor, que se abstengan de leer las siguientes líneas. Al parecer, el grupo, una vez que han terminado el concierto, se reúnen en el camerino. Allí empiezan a masturbarse unos a los otros, y eyaculan en un recipiente semejante a una barrica de madera. Llevan años haciéndolo, y lo peor de todo es que no vacían el cubo. ¡Imagínense que olor!. Pero lo peor del caso es que se llevan a algún fan; al camerino, y una vez allí, es sometido a diversas vejaciones sexuales, entre la cual destaca ;el juego del cubo de la risa. Los miembros de W.A.S.P. obligan a punta de pistola a sus víctimas a beberse parte de los fluidos, o peor todavía, meter la cabeza dentro de la barrica. Sobran los comentarios para definir una conducta tan retorcida. Black Sabath, Pantera y Led Zeppelin introducen mensajes subliminales satánicos en sus repulsivos discos; Marilin Manson, un hermafrodita con síndrome de Down se dedica a inducir a niños a matar a sus compañeros; los Beatles obligaban a sus seguidores a inyectarse drogas con un bolígrafo a sus seguidores; Slayer, Sepultura y Nine Inch Nails te dan consejos de cómo se ha de cometer un asesinato y como deshacerse del cadáver; los miembros de Metalica y Van Halen tienen como costumbre fornicar con sus compañeros para descargar tensiones durante la gira; Iron Maiden introducen en sus textos elementos claramente satánicos; AC/DC pusieron matarratas en la bebida de su cantante,... No están todos los que son,... hay cientos de ellos. Creedme, ellos son el Enemigo. Debemos acabar con él. Juntos venceremos esta guerra contra el mal, contra ese demonio llamado rock, contra su música, contra sus músicos y contra sus seguidores. Creed en mi, mi palabra os salvará de la nueva epidemia, el rock.
Mi hijo Daniel era un chico normal. Había sido criado en buen ambiente, y era consciente de los peligros del rock. Todo marchaba bien hasta que cumplió los 16 años. Se había vuelto más rebelde e irreverente. Pese a que yo le tenía terminantemente prohibido escuchar música heavy, me desobedeció. No se como, pero adquirió varios discos compactos de grupos de este estilo, los cuales escuchaba mientras yo estaba fuera de casa, reunido con la comunidad con mi esposa. Pero un día llegamos más pronto a casa como de costumbre, y allí lo encontramos, con el aparato de música a todo volumen, sonando sus discos de rock y tumbado sobre la cama. Me enfurecí, y me vi en la obligación de darle unos buenos azotes...

MUSICA ROK ES DE ORIGEN SATANICO

( PRESENCIA.PERU) .- La relación entre el rock y el satánico proviene desde los mismos orígenes del movimiento musical en la década de los cincuenta, donde precursores como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis fueron duramente atacados por la Iglesia Católica de difundir el mensaje del maligno. El blues ya había sido objeto de persecución por la mayoría blanca norteamericana que consideraba aquella música como peligrosa para la moral wasp (White, Anglo, Saxon, Protestant).



A finales de la década de los sesenta, el rock y las nuevas «amenazas» llegaban desde Inglaterra, en donde The Rolling Stones con álbumes como Their Satanic Majestic Request ('Al servicio de sus satánicas majestades') y su clásico Sympathy for the devil ('Simpatía por el diablo') arrasaban en todas las listas de éxitos y en sus giras, donde llegaron a utilizar como guardaespaldas a los propios Hell´s Angels ('Ángeles del infierno'). Sus grandes competidores, The Beatles, tras sus experiencias con gurús indios, llegaban de nuevo al numero 1 con The White Album en el que, según los defensores de la existencia de mensajes satánicos ocultos, aparecen los primeros mensajes subliminales en las canciones Revolution 1 y Revolution 9. John Lennon golpeaba en el «núcleo» de la moral católica al declarar en el inicio de una gira por Norteamérica que The Beatles eran más grandes que Dios, lo que les supuso la persecución de grupos integristas cristianos y la quema pública de sus discos. El asesinato, en 1980, de John Lennon1 por parte de un fanático fue también utilizado posteriormente por algunos dedos acusadores como prueba de su relación satánica. No seria el único caso en que la muerte de un miembro de un grupo acusado de satánico, seria utilizado para demostrar que quien utiliza la energía del demonio acaba siendo consumida por su eterna maldad; así, John Bonham2 (Led Zeppelín); Brian Jones3 (Rolling Stones); Bon Scott4 (AC-DC); Randy Rhoads5 (Ozzy Osbourne) o el propio Jimi Hendrix6, muertos todos en extrañas o crueles circunstancias, sirven para alimentar el mito del pacto de los músicos con el diablo.



Mike Jagger y Keith Richards, de los Stones, llegaron a ser considerados la reencarnación de Lucifer y su ayudante Belcebú por parte de algunos de sus fans, llegando incluso a interesarse por proyectos cinematográficos como Lucifer rising o Invocation of my demon brother, que finalmente no se llevaron a cabo.



Otra banda inglesa de principios de los setenta, acusada de invocar a Satanás en todos sus discos, fueron los precursores del heavy metal, Black Sabbath, cuyo cantante, Ozzy Osbourne, pasaría a ser en los ochenta el principal enemigo de muchas organizaciones cristianas norteamericanas tras grabar canciones como Mr. Crowley, dedicada al mago «negro» Aleister Crowley que, a principios del s. XX, había fundado su propia religión tras pertenecer a diversas sociedades secretas, llegando a reunir en la abadía italiana de Cefalu a sus correligionarios donde practicaban ritos satánicos, en los que se mezclaba el sexo, la sangre...



La canción acusada de contener un mayor numero de mensajes satánicos ocultos seria también de otro grupo inglés de los setenta, millonario en fama y ventas, Led Zeppelín y su gran éxito Stairway to Heaven ('Escalera al cielo') que se unió a la fama de amante de la guija de su guitarrista, Jimmy Page, que llegó a vivir en una casa que había pertenecido al mago Alister Crowley, junto al Lago Ness.



Tras calmarse un poco las aguas, a principios de los ochenta, la irrupción del heavy metal volvería a abrir la caja de los truenos. Los australianos AC-DC, afincados en el Reino Unido, estaban en la cresta de la ola con su gran éxito Highway to Hell ('Autopista al Infierno') y otros menores como Hell aint a bad place to be ('El infierno no es un mal sitio para vivir') o Sin City ('Ciudad del pecado'), llegando a aparecer su guitarrista Angus Young en los conciertos disfrazado con rabo y cuernos además de su uniforme de Daniel el Travieso. El éxito de la banda llevó a nuevos grupos como los también británicos Iron Maiden a lanzar el álbum The Number of the Beast (666, el numero asignado al Diablo), incluyendo en el mismo textos de la famosa Biblia Satánica de gran difusión entre los satanistas. La portada del disco, con el monstruoso Eddie dirigiendo como un titiritero a los hombres en forma de marionetas era demasiado para los grupos salvadores de la moral cristiana que iniciaron una campaña de censura, sobre todo en los Estados Unidos, lo que al igual que en el resto de los casos descritos supuso un efecto boomerang propagandístico para la banda que le permitió darse a conocer en este país. Otros grupos, como Venom, precursores del estilo black metal no tuvieron tanta suerte, ya que tras argucias aduaneras, les prohibieron de manera permanente entrar en Estados Unidos; y es que los tres primeros discos de la banda, In league with Satan ('Aliados de Satán'), Welcome to hell ('Bienvenido al infierno') y Black metal ('Metal negro') eran demasiado explícitos.



La semilla del binomio satanismo/éxito garantizado, supuso que los grupos norteamericanos se subiesen al carro iniciado por los británicos y empezasen a proliferar canciones como Burn in Hell ('Arder en el infierno'), de Twisted Sister, Shout at the Devil ('Grita al diablo') de Motley Crue, o Hell awaits, de Slayer. Desde Texas, el grupo WASP (We Are Sexual Perverts; 'Nosotros Somos Pervertidos Sexuales') lanzaban su primera canción I Fuck Like a Beast ('Follo como una bestia') añadiendo más leña al fuego de la creciente polémica entre el rock y las asociaciones defensoras de la moral cristiana. Otro ex-cantante de Black Sabbath, Ronnie James Dio, creaba su propia banda y al igual que Ozzy Osbourne llenaba las portadas de sus discos de imágenes de Satanás, como la muy explicita Holy diver.



Los neoyorquinos KISS, también fueron acusados de esconder bajo sus siglas la frase Kids in Satan Service ('Chicos al servicio de Satanás'). Los grupos norteamericanos defensores de la moral no tardarían en ponerse manos a la obra intentando parar esta situación, llegando a crear un lobby de poder, el PMRC, que mediante una iniciativa legislativa abanderada por Tipper Gore, esposa del futuro vicepresidente de los EE.UU., Al Gore, llegarían a imponer una pegatina avisando del peligro en el contenido de los discos que ellos consideraban oportuno censurar, incluyendo la sustitución de portadas de discos que pudiesen ser «nocivas». La medida afectó a numerosas bandas, desde Prince, acusado de pornográfico, hasta los ya mencionados Iron Maiden. Una representación de músicos encabezada por Frank Zappa, llegó a tener que declarar en el Congreso, pero la iniciativa conservadora fracasaría al ver que los discos etiquetados como peligrosos eran los que más se vendían llegando a ser considerados como símbolos de libertad aquellos que llevaban el mensaje «EXPLICIT LYRICS» frente a aquellos que no lo contenían. La situación se trasladaría, una década después, al mundo del hip-hop y el rap, donde los raperos presumían de haber tenido un pasado en la cárcel y los que no lo habían tenido llegaban a inventárselo para poder ser respetados por el publico.



Tras un periodo, donde el tema parecía haberse olvidado, la irrupción de la banda de Marylin Manson gracias a su álbum Antichrist Superstar, volvía a poner en el candelero la relación satanismo y rock. Marylin Manson, educado bajo el catolicismo más férreo, ya en los tiempos del instituto se había dado cuenta del éxito que suponían aquellos discos prohibidos de los ochenta entre sus amigos, generando todo un mercado de intercambio de los mismos entre sus compañeros. Años más tarde, al fundar la banda, tenia bien claro que unos toques satánicos le darían una popularidad gratuita necesaria para todo nuevo grupo; así, utilizó como productor de su gran éxito Antichrist Superstar a Trent Reznor que se había hecho famoso con su banda Nine Inch Nails tras grabar el disco The Downward Spiral en la mansión donde había sido asesinada la mujer del director de cine Roman Polanski, Sharon Tate, a manos de la secta satánica de Charlie Manson, del que —además— había adquirido el nombre para su banda. Para alimentar más el mito, Marylin Manson se hizo ordenar sacerdote por la Church of Satan ('Iglesia Satánica') del reverendo Antón Lavey escritor de la famosa Biblia Satánica, inspirada en textos de Nietzche y Aleister Crowley, que sugirió tantas cosas a estos y otros grupos musicales.